Ahimsa es uno de los principios del Yoga, hace referencia a la no-agresión, no-violencia.
Ya antes de conocer el Yoga, y en la medida de mis posibilidades, intentaba llevar a cabo este principio en los aspectos de mi vida que era consciente.
Cuando conocí el cáncer, lo asenté como la base en la que yo quería vivir esa experiencia vital: con AHIMSA= No violencia… hacia mi misma y hacia la enfermedad. Una forma bastante opuesta a como suele tratarse el cáncer y sus enfermos, y una manera bastante ilógica de meternos a todos en el mismo saco, presuponiendo una misma actitud ante la enfermedad. No es verdad, cada experiencia vital es muy personal, legítima y digna de respetar.
En estos días en los que la violencia en distintas formas se respira en el ambiente, la sentimos, la vemos, incluso la apoyamos de una u otra forma…vuelvo a ese principio, intento mantenerme firme en él y recordarme lo que me dije a mi misma en aquel momento:
“No me embarques en batallas, guerras, ni luchas…en el momento más delicado de mi vida.
No me impongas un valor digno de soldados, combatientes o luchadores…
No me hagas creer que tengo que pegarme y pelear contra mi propio cuerpo…no creo que sea eso lo que necesita para curarse…
No me hables con jerga militar cuando no soy un soldado, sino un enfermo…
No pongas sobre mí el peso del resultado: vencer no es vivir y perder no es morir…
No me oprimas con la responsabilidad de “puedes con todo”, es una exigencia demasiado alta…
No me trates de valiente porque ese adjetivo no me permitirá sacar mis debilidades, mis sentimientos, mis miedos…
No mires mi cuerpo como un campo de batalla o un ring de boxeo…no se merece ni disparos ni golpes.
En este momento tan crítico lo que necesito es justo lo contrario: dame permiso para sentir lo que sienta, no me juzgues, escúchame, trátame bien, dame luz, confía en mi… ”
Ayer, hoy, mañana y mientras esté aquí… AHIMSA dentro de mí y también fuera.?
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